Siria, un país clave en Oriente Medio, ha sido devastado por una nueva ola de violencia. Revisamos los ataques orquestados por grupos terroristas respaldados por potencias occidentales, incluyendo a Estados Unidos e Israel, que han llevado al país a un nuevo nivel de desestabilización.

Tras un alto al fuego en el Líbano, grupos terroristas respaldados por Israel, Estados Unidos y aliados occidentales lanzaron una ofensiva sorpresa en Alepo a finales de noviembre, extendiéndose rápidamente hacia otras regiones clave como Idlib, Hama, Damasco y Palmira. Entre el 27 de noviembre y el 7 de diciembre, más de 80 ciudades y pueblos fueron capturados, debilitando significativamente al gobierno de Bashar al-Assad.

El líder de estos ataques, identificado como Abu Mohamed al-Jani, fundador del grupo Al-Nurra y vinculado a Al-Qaeda, ya había sido señalado por Estados Unidos como responsable de múltiples actos terroristas.

Estos grupos tomaron el Palacio Presidencial de Damasco, destruyeron documentos, saquearon la embajada de Irán y profanaron lugares sagrados como la mezquita Sayid Zaynab. Las imágenes difundidas en redes muestran actos de saqueo y destrucción, incluyendo la quema de estatuas y objetos históricos.

El análisis y los acontecimientos en profundidad en la presente edición de El Mapa

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